Desde hace un tiempo, en las farmacias españolas están disponibles las vacunas contra el virus del papiloma humano, pero… ¿qué es este virus?
Los virus del papiloma humano son una familia de virus compuesta por unos 100 miembros que infecta con mucha frecuencia a los humanos. Cada uno de ellos tiene una especial afinidad por una región concreta del organismo; por ejemplo, algunos de ellos son los que producen las verrugas cutáneas o las verrugas plantares.
En este grupo de 100 virus, hay 30 que afectan de forma selectiva al aparato genital femenino. Es decir, sus zonas de infección preferentes se encuentran en los genitales femeninos y su vía de transmisión es el contacto íntimo de las mucosas mediante relaciones sexuales.
¿Qué importancia tiene el virus del papiloma humano y por qué hay que prevenir su infección?
El interés radica, fundamentalmente, en que 15 de estos virus del papiloma humano, después de la infección, hacen que las células del cuello uterino o las de los órganos vecinos (vagina, vulva, etc.) se vuelvan anormales. En algunos casos, estas células evolucionan a un estado precanceroso que puede terminar progresando hasta el cáncer, aunque en la mayoría de los casos no es así.
Por tanto, aunque estamos hablando de prevenir infecciones de transmisión sexual, su importancia radica en que la principal ventaja es que su eliminación evitará la aparición de un cáncer del cuello del útero y de otros cánceres menos frecuentes como el de vagina, vulva e incluso el cáncer de pene.
¿Cómo podemos prevenir el virus del papiloma humano?
La recomendación de la comunidad médica y las autoridades sanitarias es clara: la vacunación con alguna de las dos vacunas disponibles contra el virus del papiloma humano.
Esta vacuna estimula el sistema inmunitario de la mujer a combatir estos tipos de virus si ésta se expone a ellos. Se administra en tres dosis durante un periodo de seis meses. Obviamente, la vacuna es más eficaz si se administra antes de que la mujer tenga contacto con el virus y, por ello, es mejor si se recibe antes de comenzar a tener relaciones sexuales.
Además de las vacunas, no debemos olvidar que, como todas las infecciones de transmisión sexual, el uso del preservativo, por ejemplo, disminuye aunque no anula el riesgo de transmisión. Este tipo de medida, además de la vacunación, está especialmente recomendada en las adolescentes, que de este modo no sólo evitan el embarazo sino también contraer otras enfermedades de transmisión sexual.
¿Qué efectividad tiene la vacuna del papiloma humano contra el cáncer de cuello de útero?
Aunque en las vacunas se han incluido los dos tipos de VPH que con más frecuencia, un 70% de los casos, están implicados en la aparición del cáncer, la protección no es del 100%. Esto implica que la mujer vacunada estará protegida en un 70% de los casos, pero también implica que nos queda un 30% de los casos de cáncer del cuello de útero que no están relacionados con los virus de la vacuna. De aquí la importancia de transmitir a la población la recomendación de vacunarse por un lado y la de continuar sus visitas preventivas al ginecólogo.
¿Quién se debe vacunar?
Podemos establecer varias recomendaciones:
¿Qué beneficios ofrece la vacunación a las mayores de 26 años que ya han mantenido relaciones sexuales?
Podría suceder que la mujer no haya sido infectada a lo largo de su vida, en cuyo caso su situación inmunológica sería similar a la de las niñas que no han mantenido relaciones sexuales.
Podría ser que, aunque haya sido infectada por el VPH, esta infección no haya sido producida por los virus incluidos en las vacunas comercializadas, por lo que se beneficiaría igualmente de ser vacunada.
La situación más desfavorable sería la de aquellas mujeres que hubieran sido infectadas por los dos virus, en cuyo caso no existiría beneficio alguno. No obstante, esta situación es poco habitual.
Hoy por hoy, la impresión de la comunidad médica es que son muchas más las incluidas en los grupos de potencial beneficio y no existe indicación para realizar un estudio de infección ni del tipo de esta antes de recomendar la vacunación en este grupo.
¿La vacunación podría evitar la progresión de la enfermedad ya contraída?
Rotundamente, no. hasta donde sabemos. La vacuna no modifica el curso de la enfermedad. Una paciente con una displasia cervical o un diagnóstico de cáncer de cérvix no debe esperar que la vacunación cure su proceso.
BIBLIOGRAFÍA
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- AEPCC-Guía: Vacunación selectiva frente al virus del papiloma humano en poblaciones de riesgo elevado.Coordinador: Campins, M. Autores: Alemany L., Bayas J.M., Borruel N., Campins M., Castellsagué X., Curran A., Díaz de Heredia C., Martínez X., Moraga-Llop F.A, Torné A. Revisores-Editores: Torné A., del Pino M. Publicaciones AEPCC. 2016; pp: 1-46. ISBN 978-84-617-6553-9.
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