Adolescencia y juventud temprana (mujeres entre los 12 y los 24 años)
No hay momento en la atención de la mujer que no sea delicado pero éste es especialmente importante.
Por un lado, va a ser su primer contacto con la atención ginecológica que tiene siempre un carácter íntimo que, si cabe, es más profundo en estas edades. Establecer este primer contacto dentro de un entorno agradable, cordial y sin prisas va a condicionar la actitud de la joven hacia la asistencia en asuntos de extrema importancia para ella.
Por otro, es el momento de establecer medidas preventivas y hábitos de vida adecuados que permitan a la mujer desarrollar una vida sana y establecer pautas de comportamiento preventivo ante decisiones que pueden cambiar el rumbo de su vida como son el embarazo y las Enfermedades de Transmisión Sexual.
Considerar que la mujer joven no precisa valoración ginecológica ni recomendaciones ajustadas a su caso porque “es muy joven” para ello deriva en múltiples problemas que aparecen más tarde y pueden perdurar el resto de la vida como pueden ser:
Así pues, aquí valoramos de forma especial los siguientes aspectos: