En este artículo vamos a intentar clarificar un poco este tema tan preocupante para cualquier embarazada. Para empezar, diremos que no todos los sangrados son iguales y para diagnosticar la causa debemos responder a dos preguntas que nos orientarán de forma fundamental para saber qué les pasa a las pacientes y qué debemos hacer.
¿Cuándo?: debemos distinguir entre los sangrados durante los tres primeros meses y los que se producen después de este periodo.
¿Con dolor?: los sangrados asociados con el dolor suelen tener mayor gravedad y peor diagnóstico.
Motivos del sangrado en los tres primeros meses de embarazo
Durante el primer trimestre las causas de los sangrados podemos clasificarlas en tres grupos:
- Causas fisiológicas. Es decir, las asociadas a procesos normales dentro del embarazo. Estos sangrados no se asocian con dolor y suelen ser autolimitados y de muy corta duración. Aquí también podemos establecer varios grupos:
- Amenaza de aborto. La diferencia entre este diagnóstico y el aborto en curso es la existencia o no de un embrión vivo, con latido cardiaco positivo en la ecografía. Las características de estos sangrados son:
- Embarazo ectópico. Este es el menos frecuente y podríamos decir que el más grave y de peor pronóstico en esta fase del embarazo. Es un embarazo fuera del útero, habitualmente en la trompa de Falopio. El manchado suele ser escaso y predomina el dolor en la parte baja del vientre, en mayor o menor medida. El diagnóstico es ecográfico y, en algunos casos, requiere de confirmaciones analíticas cuando son muy precoces.
Motivos del sangrado pasados los tres primeros meses de embarazo
En este periodo los sangrados van a tener una mayor relevancia. Tenemos que dejar claro que cualquier sangrado después del primer trimestre puede ser grave y las pacientes deben acudir rápidamente al hospital para realizar un diagnóstico. Esto cobra aún mayor importancia después de la semana 24, en la que el feto puede ser viable, es decir que ya tiene algunas posibilidades de sobrevivir fuera de la madre. Dentro de este tipo de sangrados también vamos a establecer tres grupos:
- Placenta previa. Se trata de un sangrado más o menos abundante, pero sin dolor acompañante. La placenta se encuentra, en mayor o menor medida, tapando el orificio cervical y, por diversos motivos, (relaciones sexuales, contracciones uterinas, etc.) sangra hacia el exterior a través del cuello uterino. Debemos aclarar, porque a veces el sangrado es muy abundante, que la que está sangrando en este caso es la madre y que, por tanto, según sea el estado de la madre así será el de su bebé.
- Parto prematuro o a término. El sangrado suele ser escaso y el dolor intermitente provocado por contracciones. Está producido por un pequeño sangrado cervical fruto del inicio de la actividad uterina de las contracciones. Muy probablemente se está iniciando el parto.
- Desprendimiento de placenta. Los signos de alarma son un sangrado de cualquier cantidad acompañado de un intenso dolor en el abdomen que suele ser continuo, es decir, no desaparece en ningún momento, aunque pueda asociarse a exacerbaciones de aumento con el dolor, porque en ocasiones se asocia con contracciones uterinas fruto de la irritación del hematoma que se genera. Aquí la placenta se despega de la pared del útero, interrumpiendo en el intercambio de oxígeno y nutrientes entre el feto y la madre. Esta es una situación muy grave en la que, dependiendo de la cantidad de placenta desprendida, puede ser necesaria una cesárea urgente para salvar no sólo al feto sino también a la madre.
¿Qué se debe hacer cuando se produce el sangrado durante el embarazo?
Sin duda alguna necesitaremos una ecografía y una orientación ginecológica para poder poder llevar a cabo el diagnóstico.
En los sangrados del primer trimestre la urgencia es relativa. Si la paciente no presenta dolor, no es necesario que sea una asistencia inmediata, ya que nunca va a precisar una actuación urgente. No podemos actuar sobre el embrión y si desafortunadamente se ha producido el aborto, este tampoco requiere una asistencia urgente. Es diferente si existe dolor intenso o si se trata de un sangrado después del primer trimestre, en estos casos la asistencia debe ser hospitalaria y con mayor celeridad cuanto más avanzado esté el embarazo.