Es muy importante tener claro el concepto de esterilidad antes de tomar una decisión médica. Es la pareja la que hace el diagnóstico en el plazo de un año intentando tener hijos.
Cuando aquellas personas que desean ser padres se ponen en contacto con nosotros para explicarnos su situación, lo primero que deseamos es que entiendan que nosotros no tendremos las causas de esa esterilidad, sino que podemos orientar el tratamiento con pruebas previas. Nos interesa conocer si las trompas de Falopio están permeables u obstruidas, pero no tanto por qué. Este conocimiento nos permitirá escoger una técnica de reproducción diferente según el caso.
A veces las parejas están tan obsesionadas con el tema de la esterilidad que van buscando en las pruebas un diagnóstico favorable a ese miembro de la pareja y, por tanto, una transmisión de una cierta culpabilidad al otro miembro.
Desde el punto de vista médico no es así. De hecho, hay pruebas diagnósticas que se han excluido de los estudios de esterilidad porque los tratamientos de esos problemas no cambian. Por ejemplo, para qué queremos saber si el moco cervical es incompatible con el semen si en la mayoría de los casos se inicia el tratamiento con una inseminación que deja los espermatozoides más allá del moco cervical, en el interior del útero.
Aclarado esto, en nuestra clínica de Reproducción Asistida realizamos las siguientes pruebas:
- Una historia clínica de ambos miembros de la pareja.
- Una analítica que abarcará desde anomalías hormonales femeninas hasta posibles infecciones generales y genitales que podrían complicar esa deseada gestación.
- Una exploración ginecológica completa y una ecografía vaginal para valorar la vagina, el útero y los ovarios. En la ecografía no podemos valorar el estado de las trompas de Falopio en la mayoría de los casos.
- Una histerosalpingografía que nos permitirá, mediante la introducción de contraste radiológico en el útero y la realización de una radiografía abdominal, valorar si las trompas de Falopio son permeables o existe alguna alteración que impediría la progresión del óvulo hasta el útero y la progresión de los espermatozoides al encuentro del mismo.
- Hay que estudiar el semen del varón. Para su recogida hay que guardar entre 24-48 horas de abstinencia sexual y entregar la muestra los más pronto posible porque los espermatozoides son muy sensibles a los cambios de temperatura y esto podría alterar su valoración.
- Pueden ser necesarias, en algunos casos, otras pruebas diagnósticas como la histeroscopia o la laparoscopia, pero con menor frecuencia.