El síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO) es una cuadro médico anormal que se da en aquellas pacientes que responden de forma exagerada a la estimulación ovárica realizada para inducir la ovulación múltiple en técnicas de reproducción asistida como la inseminación artificial o la Fecundación In Vitro (FIV).
El síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO) es una cuadro médico anormal que se da en aquellas pacientes que responden de forma exagerada a la estimulación ovárica realizada para inducir la ovulación múltiple en técnicas de reproducción asistida como la inseminación artificial o la Fecundación In Vitro (FIV).
Esta complicación es más frecuente en pacientes afectas del Síndrome de Ovarios Poliquísticos, en las pacientes con edad menor de 35 años y, también, parece afectar más a aquellas más delgadas.
El tamaño de los ovarios es un marcador de la gravedad del SHO. En los controles posteriores a una técnica de reproducción asistida como la FIV se valora mediante ecografía transvaginal o abdominal el tamaño de los ovarios y la cantidad de líquido acumulado.
¿Por qué se produce el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO)
La causa última de este síndrome, se desconoce. Las mujeres que padecen SHO tienen un número elevado de folículos en desarrollo que, cuando son estimulados, llevan asociados una elevación importante de los niveles hormonales de estrógenos (estradiol). Esta conjunción de factores provoca un cuadro pseudoinflamatorio abdominal caracterizado por la filtración de líquido dentro del abdomen. La acumulación de líquido entre los órganos del abdomen genera distensión y molestias abdominales entre otros síntomas.
El SHO puede ser leve, moderado o grave, dependiendo de la intensidad de los síntomas aparecidos. Las más de las veces sólo se producen cuadros leves o moderados, con sensación de distensión abdominal, náuseas/vómitos y diarrea.
En las formas graves se acumula una gran cantidad de líquido intrabdominal (ascitis), los ovarios aumentan muy significativamente de tamaño, e incluso en los pulmones (hidrotórax). El SHO grave ocurre sólo en el 0,5-2% de los ciclos de FIV.
También existe, en estas circunstancias, un riesgo de trombosis venosa por lo que se suele asociar algún tipo de tratamiento preventivo anticoagulante.
¿Se puede prevenir el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO)?
Durante la valoración previa a una técnica de reproducción asistida y durante el seguimiento del ciclo de estimulación realizamos una estimación de las probabilidades de presentar este problema. Por ello aplicamos diversas estrategias para disminuir sus probabilidades de aparición y la gravedad del mismo:
- Reducir las dosis de la medicación que estimula el crecimiento folicular en función de las características de las pacientes. Tienen más riesgo de SHO las pacientes más jóvenes (> 35 años, las más delgadas y las diagnosticadas de Síndrome de Ovarios Poliquísticos).
- Añadir a los protocolos de estimulación fármacos que disminuyen la aparición del cuadro.
- Reducir la medicación al final de la estimulación y, de esta forma limitar el número de folículos y el incremento hormonal.
- No transferir embriones en el mismo ciclo de la punción folicular dado que un embarazo y su “rebote” hormonal empeora el cuadro.
- Iniciar tras la punción fármacos que aceleran la “luteolisis”, es decir, acortan la segunda fase del ciclo.
¿Cuáles son los síntomas de alarma?
Cualquier paciente sometida a una técnica de reproducción asistida debe consultar con su centro de referencia en caso de percibir alguno de los siguientes síntomas:
- Vómitos o náuseas persistentes.
- Presentar hinchazón abdominal.
- Orinar poco.
- Aumentan de peso rápido (más de 1,5 Kg en 48 horas).
- Dificultad para respirar.
- Dolor abdominal repentino.
- Entumecimiento de la cara.
- Debilidad.
- Inflamación y enrojecimiento de las extremidades inferiores.
¿Cuánto tarda el SHO en mejorar?
Es un proceso autolimitado en el tiempo. Los síntomas suelen comenzar de forma progresiva en los primeros 2-3 días desde la ovulación con/sin punción folicular y suelen perdurar durante una o dos semanas más si no se produce embrazo.
Cuando la paciente queda gestante, el cuadro persiste o incluso empeora en las primeras 2 o 3 semanas de embarazo. Los síntomas desaparecerán de forma gradual y la evolución del embarazo no se ve afecto: no se incrementa el riesgo de aborto, etc.
¿Qué tratamiento tiene el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO)?
Los casos leves son, con mucho, los más frecuentes y medidas habituales de analgesia e hidratación son suficientes para aliviar los síntomas.
Cuando incluso aplicando las medidas preventivas descritas más arriba aparece un SHO moderado, éste se puede controlar con disminución de la actividad, hidratación abundante y medicamentos para las náuseas y el dolor.
El cuadro clínico es siempre autolimitado y en ausencia de gestación la paciente retorna a la normalidad con la aparición de la menstruación. En el caso de gestación los síntomas pueden seguir durante pocas semanas.
El tratamiento de esta situación que puede llegar a ser grave y requerir ingreso hospitalario para proporcionar hidratación intravenosa es, sobre todo, sintomático.